Yo como particular,no podré valorar bien el balance de una compañía,no podré ganar nunca a los mejores gestores.Por eso concluí que lo más razonable es delegar esa responsabilidad y destinar todo mi esfuerzo a buscarlos(fondos VALUE).Soy un enamorado del VALUE INVESTING, por eso tengo la mayoría de mi patrimonio bajo el criterio de inversión value.
Un estudio hecho en los países nórdicos , demostró que las personas que invierten en bolsa no son los que más dinero tienen, sino lo más inteligentes.
"Por extraño y paradójico que le parezca: La renta variable es el activo-a largo plazo-más rentable y menos arriesgado".Francisco García Paramés
La clave en el mundo de las inversiones está en la PACIENCIA, como decía un inversor value "Más vale hacerse rico despacio que pobre rápidamente" .
Todo llega para quien sabe esperar.Nunca te des por vencido, las grandes cosas llevan tiempo.
"Yo me fío más de cómo maneja la economía una familia que se juega el pan o un empresario, que se juega la ruina, que un grupo de señores que, cuando quiebran un país, se van a su casa, reciben seis cargos públicos o privados y se dedican a dar discursos."Daniel Lacalle
Los seres humanos observan que hoy en día las carreteras, los hospitales, las escuelas, el orden público, etc. etc., son proporcionados en gran (sino en exclusiva) medida por el estado, y como son muy necesarios, concluyen sin más análisis que el estado es también imprescindible. No se dan cuenta de que los recursos citados pueden producirse con mucha más calidad y de forma más eficiente, barata, y conforme con las cambiantes y variadas necesidades de cada persona, a travésdel orden espontáneo del mercado, la creatividad empresarial y la propiedad privada.Jesús Huerta de Soto
Comprar cuando la bolsa baja y vender cuando sube es difícil porque va en contra de la naturaleza humana: en los últimos 3.000 años, cuando el vecino de al lado salía corriendo o gritaba "fuego", ha resultado rentable salir corriendo también. De ahí que cuando la bolsa sube nos dan ganas de comprar, y cuando baja nos dan ganas de vender, por una simple cuestión de biología.
¿Pero es que no os dais cuenta que todas las injusticias y toda la corrupción proviene de lo "publico"?
miércoles, 29 de agosto de 2012
El fin del Estado de Bienestar
El objetivo de todos los socialismos: La absoluta dependencia de la persona del estado... desde la cuna al ataud.
No dejéis de ver el vídeo.
El caso sueco 2012-08-28
El Estado del Bienestar y la crisis
Mauricio Rojas
Todos entendieron que el Estado del Bienestar se había transformado en su peor enemigo. Se debía poner fin a su desmesura y devolver al sector privado y a la sociedad civil su papel clave en el desarrollo del país.
Hace unos veinte años se derrumbó el célebre Estado del Bienestar sueco. Tres decenios de expansión estatal sin precedentes habían conducido a un Megaestado que gastaba casi dos terceras partes del PIB. Una enorme economía planificada había colocado al sector privado y a la sociedad civil a una situación cada vez más precaria. Los elevadísimos impuestos y los generosos subsidios habían reducido el incentivo al trabajo. Los ciudadanos se habían visto transformados en súbditos de un poderoso Estado que se había asignado la misión de planificarles la vida. En suma, el programa socialdemócrata clásico se había realizado de manera plena y el país terminó derrumbándose: era insostenible tanto económica como moralmente.
Ningún otro Estado democrático había alcanzado un tamaño y un poder semejantes. Por eso Suecia vivió a principios de los años 90 situaciones por las que atravesaron otros países un par de décadas después. La raíz de la crisis europea actual, con su epicentro en el sur del continente, es la misma: un Estado populista que durante los años de expansión promete el oro y el moro a la ciudadanía y que en cuanto cambia la coyuntura económica pone rumbo a la quiebra.
En la Europa meridional todo ocurrió con una rapidez y un desenfreno notables, y las consecuencias están a la vista. Un auge económico artificial –con base en el crédito barato y abundante de la época de euforia que siguió a la adopción del euro– dio pie a una fuerte expansión de los Estados del Bienestar. Se trataba de alcanzar rápidamente los países del norte del continente mediante la erección de grandes sociedades de los derechos que pronto se harían tan barrocamente fastuosas como lo fueron las inversiones en infraestructuras o el consumo privado. El carrusel de inversiones públicas y reformas sociales no parecía tener fin. El Estado parecía disponer de una varita mágica capaz de asegurar el eterno bienestar a unos ciudadanos cada vez más encantados con la situación. Fueron unos años de ensueño en los que el temperamento latino sin duda puso lo suyo para que en pocos años se cometieran los excesos que tardaron décadas en cometer los norteños.
Para salir del atolladero, Suecia debió emprender una serie de reformas notables que redujeron el tamaño del Estado y cambiaron profundamente su estructura. Con decisión, los suecos se pusieron a la tarea de desmontar el vasto sistema de economía planificada por el Estado que estaba asfixiándolos. Austeridad, rebaja de impuestos (sobre todo al trabajo), desregulación, colaboración público-privada, competencia, libertad de elección: estas fueron las claves del nuevo modelo sueco, cuyo éxito ha sido extraordinario: Suecia dejó atrás la profunda crisis de los 90 y ahora es uno de los países estrella de la Europa desarrollada: sin déficit público, su crecimiento en el segundo trimestre de 2012 cuadruplicó al de Alemania.
Todo esto requirió de un gran realismo y la consecución de acuerdos nacionales que aseguraran la continuidad del cambio. Fue un gran mérito tanto de la socialdemocracia como de los partidos del centroderecha. Pero también de los sindicatos y la patronal. Todos entendieron que el Estado del Bienestar se había transformado en su peor enemigo. Se debía poner fin a su desmesura y devolver al sector privado y a la sociedad civil su papel clave en el desarrollo del país. Por eso el nivel de conflictividad social ha sido llamativamente bajo durante estas dos décadas de profundas reformas. Suecia se unió, apretó los dientes y se puso a buscar soluciones. En otras palabras: la crisis se superó de una manera muy sueca. De su historia, caracterizada por la búsqueda del diálogo y la paz social, pero también por un pragmatismo que tanto debe a esos inviernos tan duros, que no perdonan, surgió ese espíritu de comunidad y realismo que salvó al país de caer en la negación de la realidad, la autodestrucción y la lucha de todos contra todos en defensa de los privilegios de cada cual, tan frecuentes en países como Grecia o España.
El capital cultural no es algo baladí; de hecho, es lo que en gran medida decide qué tipo de reflejos culturales se manifiestan en situaciones de crisis. El capital cultural debe desempeñar un papel central en la lucha por salir de la profunda crisis económica y moral a que nos ha llevado el Estado del Bienestar, con sus fallos estructurales, sus excesos y su ilusionismo político. Para pueblos menos realistas que el sueco será incomparablemente más difícil despertar del sueño populista del Estado del Bienestar y las sociedades de los derechos. Esos pueblos, de hecho, corren el riesgo cierto de acabar sumidos en una interminable pesadilla. Mauricio Rojas, exparlamentario sueco
bibliotecademauriciorojas.wordpress.com
http://www.libertaddigital.com/opinion/mauricio-rojas/el-estado-del-bienestar-y-la-crisis-65387/
Os remito el formidable video del autor que sobre este tema expuso en la conferencia del julio pasado en la VII Universidad de Verano en Lanzarote
La crisis del estado del bienestar: http://www.juandemariana.org/video/5524/mauricio/rojas/crisis/estado/bienestar/
lunes, 30 de julio de 2012
Eres idiota
Sí, eres idiota y tú sin saberlo. Eres idiota y por eso hay que "asegurarte" la sanidad, porque lo que no sabes es que te puedes poner malo y si te pones malo tienes que ir al médico. Además, te tienes que cuidar, hacerte revisiones y estar sano. Eres idiota y claro eso no lo sabes. Pero es que, si tus familiares se ponen enfermos no sabrás que hacer, no sabrás que existen los médicos y los hospitales y los medicamentos y por eso yo te los doy, me encargaré de que tengas todo eso y más, porque soy más listo que tú.
Además, tampoco sabes que hay que educarse. No sabes que hay que aprender a leer y escribir. Sobre todo si tus padres no tienen un papel enmarcado en la pared, entonces tú tampoco lo tendrás, serás un analfabeto toda la vida. Si no es por mí, no sabrías que hay que aprender lengua (la que yo te diga), matemáticas, física, química, geografía (la que yo te diga), historia (como yo quiera que la conozcas). Como de nuevo no sabes que existe el colegio o los profesores o las distintas materias, te lo daré. Posteriormente, querrás aprender algo más, pero no te preocupes porque sabes que eres idiota y por tanto crearé unas carreras para que pienses que te especializas en algo y puedas estar orgulloso de ti mismo, pero no olvides que todo me lo debes a mí.
Por último, no sabes que la gente se hace mayor, que no siempre serás joven y fuerte, porque siempre vives el momento, ya sabes, carpe diem. No vas a ahorrar, porque no ves más allá de hoy. No sabrás que hay momentos mejores y peores en la vida. No sabes que hay que intentar asegurarse un colchón para nuestra época anciana. Pero yo lo haré por ti, ahorraré por ti, porque sí sé lo que te conviene mejor que tú mismo.
Bueno, por ahora no te diré más, ya controlo tu salud, tu educación y tu futuro, por ahora eso es bastante, pero sí hay algo que sabes hacer muy bien y para lo que te he educado, recuerda, soy yo quien decido qué aprendes. Para lo que sí sirves es para votarme, para darme el poder sobre ti mismo. No, no es esclavitud, no la llamamos así, la llamamos, política social, política del bienestar. Eso sí, sólo votas bien si cada cuatro me votas a mí, no votes al otro, que aunque te diga lo mismo que yo, él sólo lo hará en su beneficio, yo sí soy un ángel en la tierra. Te daré las gracias de antemano, a ti y a todas las generaciones que lo seguirán haciendo.
Firmado...
Publicado por Israel Rodríguez Martín
Fuente
P.d Es justamente por lo que hay que ayudar a los mas necesitados por lo que hay que privatizar esos servicios.
Manuel Jesús Gonzalez escribió un libro que se titula del Estado de bienestar al bienestar con menos Estado. El tema no es , que estemos de acuerdo que tiene que haber eduación, sanidad, pensiones etc... El tema es otro : Devolviendo la responsabilidad a la sociedad civil, podemos tener mejores pensiones, mejor sanidad con el mismo coste que tenemos ahora? : Esto es un estudio de teoría económica, que demuestra que con el conste que paga los trabajadores y el empresario por estos servicios que supera el 36% de su salario, puede tener garantizadas unas pensiones muchos mayores y una sanidad de mayor calidad. Luego es un tema de medios y no de fines.
Los funcionarios del Estado tiene un privilegio que no tienen el resto de los españoles, pueden elegir entre la sanidad pública y privada. Saben ustedes cuantos funcionarios eligen la sanidad privada. El 90% y saben cuantos trabajadores se pasaron al sistema privado de pensiones en Chile cuando se le dió la opción de elegir entre el privado y el público, más del 90%. . ¿ Por qué no damos esa opción al resto de los ciudadanos y que libremente eligan entre sanidad pública o privada, pensiones pública o privadas,? Y el que quiera se vaya a la sanidad privada , pague su coste y se le descuento de inmediato de su nómina.
¿ Por qué el Rey, Rajoy o Zapatero cuando se ponen malos van a la Ruber de Madrid ( sanidad privada y no al Gregorio Marañón ( hospital público)?
Tendríamos un estado de bienestar mucho mejor. Porque lo que hay ahora es una ilusión de pensar que todo es gratis, nos tienen infantilizado los políticos, el ciudadano dice tiene derecho a eso y luego se ha cortado el nexo entre la prestación y el coste. En términos de eficiencia estos servicios tienen un coste inmenso y los que salen perdiendo son aquellos más necesitados. Es precisamente por lo que tenemos que ayudar a los más necesitados por los que tenemos que devolver la responsabilidad del bienestar a la sociedad civil.
El sistema público de salud es enormemente costoso y, de hecho, muy caro si se compara con la provisión privada de este mismo servicio.
Les doy datos:
En concreto, el gasto público en Sanidad supera los 90.000 millones de euros, habiéndose más que duplicado a lo largo de la última década, lo cual supone un coste anual próximo a los 2.000 euros por habitante. Así pues, dicho servicio podrá ser muchas cosas pero, desde luego, no es "gratuito". Sanidad y educación, competencias transferidas a las comunidades autónomas, consumen, precisamente, la mayor parte del gasto regional, y junto a las pensiones –cuyo coste supera los 100.000 millones al año– son los tres pilares básicos del llamado Estado del Bienestar ( yo llamo esclavitud).
De hecho, no es la primera vez, ni será la última, que este sistema sufre sustanciales cambios a fin de garantizar su sostenibilidad en el tiempo. Hasta 1999, este servicio se financiaba con las cotizaciones sociales (Seguridad Social), y desde entonces se sufraga vía presupuestos (impuestos), lo cual pone de manifiesto su quiebra técnica. Sin embargo, tales reformas no han servido para mantener el modelo en pie, de forma que el Ejecutivo se plantea ahora aplicar el copago. Esta medida no es nueva, ya existe en los fármacos y, muy posiblemente, se extenderá a la provisión de ciertos servicios médicos de forma progresiva, creciente y continuada a lo largo de los próximos años. De hecho, muchos contribuyentes que han optado por contratar un seguro privado sufren en sus bolsillos el pernicioso efecto del doble-pago, al tener que costear igualmente la sanidad pública independientemente de si la usan o no.
Además, a la reiterada falacia de la "gratuidad" se le suman otros dos calificativos muy habituales en boca de los políticos, "universal" y "de calidad", que por mucho que se repitan no dejan de ser también falsos. En primer lugar, no todo el mundo tiene acceso a todos los servicios públicos sanitarios, existen importantes limitaciones, de ahí la necesidad de contar con una tarjeta sanitaria y un número de la Seguridad Social. Por otro, pese a que muchos coinciden en que la sanidad española es una de las mejores del mundo, la realidad es bien distinta si se atiende a la calidad de ciertos servicios y, sobre todo, a las abultadas listas de espera en materia de consultas, realización de pruebas y operaciones.
En Suiza el gobierno solo financia un 25% de los costes sanitarios (en Estados Unidos el gobierno paga casi el 50%). El gasto total en sanidad es similar al de los países con sistemas públicos. Los individuos están obligados a comprar seguro médico privado, que por ley incluye una cobertura básica. Las compañías compiten en precio y servicios, y muchos suizos se decantan por pólizas baratas con deducibles altos. El Estado subsidia a los más pobres (nadie paga más de un 10% de su renta por el seguro), y más de un tercio de la población contrata pólizas suplementarias. No hay listas de espera y los pacientes pueden elegir libremente el proveedor sanitario.
En Singapur el gasto total en sanidad es la mitad que el de España, y sus indicadores de salud son excelentes. Dos tercios de la financiación son privados. Los singapurenses disponen de cuentas de ahorro sanitarias individuales, financiadas con aportaciones obligatorias, a las que recurren para gastar cuando enferman. El Estado subsidia servicios básicos y paga la sanidad a las familias con menos recursos. Hay libertad de elección de proveedor y no existe lista de espera.
¿Por qué no se exploran estas alternativas? ¿Por qué este afán por justificar lo injustificable?
Por desgracia, la revisión en profundidad que necesita el Estado del Bienestar español sigue sin plantearse. Todas las medidas propuestas van destinadas a mantener, al precio que sea preciso, la provisión pública de servicios, como la sanidad, la educación o las pensiones, que son ofertados por el sector privado de forma mucho más barata, eficiente y rentable para los usuarios, sin que ello importe lo más mínimo a los políticos. Así pues, tendremos sanidad "gratuita" por mucho tiempo. Vayan preparando sus bolsillos...
Saludos y libertad
sábado, 9 de junio de 2012
El Estado no rectifica, el Corte Inglés sí.
P.D Hemos quebrado como país. Ya lo sabíamos desde el 2010.
El problema del Estado no es que se equivoque, eso nos pasa a todos, el problema es que no rectifica. Es más los defensores del Estado intervencionista cuando el Estado se equivoca no dicen que hay que tener menos Estado dicen lo contrario: nos hemos equivocado porque “no hay suficiente regulación”, “no hay suficientes funcionarios”, “no hay suficiente dinero” o “hay que esperar más tiempo”.
El resultado de esta perversa manera de pensar es que si el Estado acierta es que el Estado es necesario y si falla entonces: ¡¡¡Es necesario más Estado!! Es decir un juego en el que si sale cara gana el Estado y si sale cruz pierdes tú.
En cambio la empresa privada no puede perseverar en el error. Bueno sí puede hacerlo y arruinarse, como por ejemplo Prisa donde sus accionistas han perdido el 96 % de su dinero mientras, eso sí, Juan Luis Cebrián, el presidente del consejo de administración, se ha hecho millonario (si se lo consienten sus accionistas y si a los lectores de EL PAIS no les entran arcadas pues todos felices).
Pero lo normal es que la empresa privada acabe rectificando, en cualquier caso el consumidor siempre va a poder comprar en la competencia. Así lo ha hecho El Corte Ingles rebajando sus precios. La verdad es que salvo algunas cosas como la carne, El Corte Inglés (en alimentación y limpieza) era caro, muy caro y aunque en otros tiempos existía un grupo de gente que prefería pagar más y tener algunas ventajas de El Corte Inglés como la tarjeta, amplitud de los pasillos, variedad de marcas…ahora parece que la diferencia de precio no compensa esas cualidades.
Y visto que si no puedes con tu enemigo (Mercadona y otras cadenas locales de supermercados como Alimerka en Asturias) lo mejor es unirse a él pues ha decidido bajar sus precios. El tiempo dirá si aciertan pero parece que no les quedaba otra.
En cambio el Estado es capaz de provocar el mayor desastre financiero de la historia de España con una gestión más que equivocada, una gestión abiertamente negligente, injustificable, absolutamente dañina. Y todos se van de rositas: Zapatero (“tenemos el sistema financiero más solvente del mundo”) con una pensión, puesto en el Consejo de Estado y la mayor condecoración que concede el Estado, Elena Salgado con otra pensión y de consejera a una compañía eléctrica, burlándose de la ley, Miguel Angel Fernandez Ordoñez sin siquiera explicar como fue posible que todos los controles del BdE fallaran, los funcionarios del BdE se mantienen en sus puestos y siguen cobrando sus buenos sueldos ¿Por qué? Si es que simplemente no hicieron su trabajo durante estos años.
Recomiendo este vídeo:
Y qué decir de los políticos y sindicalistas que durante años mangonearon las cajas, gente que era incapaz para el cargo desde el minuto uno.
¿Cómo es posible que nadie viese la burbuja?
¿Cómo es posible que nadie tomase medidas?
¿Cómo es posible que se propusiesen soluciones tan absurdas como las fusiones frías? Porque los datos eran tan escandalosos como una tarántula en un plato de sopa.
Pues nada después de una década tomándonos el pelo ahora nombran a otro funcionario, ponen decenas de miles de millones de euros (mejor dicho ponemos) y a decir que hay que controlar más a los bancos. Incluso se habla de un mecanismo de supervisión bancaria europeo. Parece que cuanto mayor es el fiasco del Estado mayor tiene que ser el mecanismo de regulación estatal necesario a continuación.
No hay rectificaciones, ni explicaciones, los culpables los otros, los que pagamos los platos rotos los españoles y los medios echando la culpa a la codicia de los banqueros pero sin decir que los banqueros eran políticos y sindicalistas: Miguel Blesa (Caja Madrid) José Luis Olivas (Bancaja), Narcís Serra (Caixa Catalunya) Juan Pedro Hernandez Moltó (Caja Castilla La Mancha) José Ricardo Martínez (Caja Madrid), José Luis Regueiro (Nova Caixa Galicia)… la lista es inmensa y además: los banqueros siempre van a ser codiciosos.
No hay problema. ¿Qué sabe la gente del sistema financiero? Además con la mayoría de los medios de comunicación manipulando la información y todo el entramado de intereses creados: ¿Quién va a hacer caso a este economista neoliberal?
Hagan caso a los expertos.
Fuente del artículo
jueves, 22 de marzo de 2012
Cómo el Gobierno de los Estados Unidos expolió el dinero a sus ciudadanos
De esta forma, la verdadera moneda era ese dólar de plata, siendo los billetes simples pagarés canjeables por la cantidad de plata que se indicaba en el mismo. Más tarde, mediante el Acta de 1900 (Gold Standard Act) se definió el dolar con un valor de 25,8 granos de oro de 90% de pureza (1,67 gramos) emitiéndose también los correspondientes billetes certificados. El presidente Roosevelt declaró ilegales los certificados de oro el 17 de enero de 1934. En marzo de 1964, el Secretario del Tesoro suspendió el canje de los certificados de plata.
Por lo tanto, en el billete del 2003 el texto que mencionabamos ha desaparecido y con él la posibilidad del canje. ¿Cómo podemos llamar a esto? ¿Magia? ¡Ojala, pero la palabra que lo define es muchísimo más fea y a cualquiera de nosotros nos hubieran metido en la cárcel si se nos hubiera ocurrido hacer lo mismo. Cosas del poder de los Estados.
Enlace relacionado:
What Has Government Done to the Dollar? - DollarDaze (Mike Hewitt)
Fuente
lunes, 9 de enero de 2012
jueves, 17 de febrero de 2011
¿Cómo lograr la transición desde una sociedad estatalizada a otra donde prevaleciera la libertad?
Por Juan Ramón RalloHace unos años mi amigo Toni Mascaró publicó un muy interesante artículo acerca de cómo lograr la transición desde una sociedad estatalizada a otra donde prevaleciera la libertad. Lo llamó teoría del desprendimiento: su previsión era que, conforme pasara el tiempo, cada vez un mayor número de individuos irían planificando su futuro al margen del Estado. No porque éste dejara de pisotearnos, sino porque asumiríamos que el pisotón no es más que una parte del medio ambiente en el que vivimos; no un abismo infranqueable para alcanzar la meta, sino un lastre con el que involuntariamente cargaríamos durante toda la carrera. Y, al final, cuando todos lo soportáramos estoicamente sin darle ningún uso, cuando todos nos hubiéramos desprendido de sus ineficientes y onerosos servicios –sin esperar una pensión, sin acudir a sus escuelas, sin sanarnos en sus hospitales, sin depender de sus subsidios…–, el poder político se vendría abajo por su propio e innecesario peso.
Ahora sólo falta que empecemos a dar ideas concretas de qué hacer y cómo hacerlo.
Un manual de planificación financiera y de bolsa podría ser muy útil para empezar a conseguir esas metas.
lunes, 17 de enero de 2011
viernes, 8 de mayo de 2009
¿Cómo obtiene el Estado recursos para financiarse?Los impuestos
Qué duda cabe que los Estados desearían aumentar ilimitadamente los impuestos pero se encuentran que, llegados a un determinado punto, no pueden recaudar más por mucho que sigan aumentando los impuestos. Esta es la intuición que plasmó Arthur Laffer (economista de la oferta) en la curva que lleva su nombre.
En la época de Ronald Reagan, Laffer dibujo esta curva en una servilleta para explicar a Dick Cheney las ventajas de una rebaja fiscal (la servilleta está actualmente depositada en una vitrina en el Bookings Institution). La curva, que tiene forma de U invertida, relaciona el tipo impositivo medio y los niveles de recaudación. En este diagrama, se coloca el tipo impositivo en el eje de abscisas, y los niveles de recaudación en el de ordenadas. Al principio de la curva, cuando los impuestos son del 0% (es decir, no pagamos impuestos), la recaudación del Estado es lógicamente cero. A medida que se van aumentando los impuestos, la recaudación del Estado empezará a aumentar desde cero hasta alcanzar un punto máximo. En este punto se encuentra el tipo impositivo "óptimo", ya que es el que produce los mayores ingresos para el Estado. A partir de este momento, si el Estado continúa incrementando los impuestos, su recaudación irá descendiendo progresivamente, hasta llegar a cero en el caso de un gravamen del 100% (porque nadie se molestaría en trabajar si sabe que perderá todo lo que gana).
Pese a que tanto el tipo de gravamen óptimo como la forma de la curva no se pueden conocer/calcular (y además varían de un país a otro), la curva de Laffer es una intuición sencilla e interesante porque nos dice que a partir de un cierto nivel de impuestos, el Estado va a ingresar menos. Este descenso en la tributación se pueden deber a diversas causas: destrucción de la producción, porque los proyectos dejan de ser rentables y se abandonan (o ni se empiezan); sustitución de trabajo por ocio; o porque propician el fraude y la evasión fiscal hacia paraísos fiscales.
Pero estas son solamente consecuencias de la principal causa: los ciudadanos sienten que la presión fiscal es excesiva. Sufren esta carga impositiva en su vida diaria. La defensa del individuo debe empezar por evidenciar esto, y señalar claramente que esta confiscación es ilegítima e injusta porque las personas son dueñas de sí mismas y, por tanto, de lo que producen. Es en este sentido que el individuo ve a los paraísos fiscales como verdaderos refugios (hay que recordar que tax haven no significa paraíso sino refugio fiscal). Es decir, se refugia en destinos donde la actividad económica esté menos gravada. Y es que mientras las regulaciones no son exageradas, los ciudadanos no suelen oponerse a ellas. Pero llega un punto en el que los ciudadanos ("contribuyentes" se les denomina) no están dispuestos a aguantar más imposiciones. Consideran que el tipo es demasiado alto y empezarán a dejar de pagar impuestos, ya que será más rentable el fraude (o el ocio) que el trabajo y la inversión. Dicho de otra manera, cuando los impuestos son excesivos, la gente tenderá a no obedecer la ley.
saludos