Un estudio hecho en los países nórdicos , demostró que las personas que invierten en bolsa no son los que más dinero tienen, sino lo más inteligentes.

"Por extraño y paradójico que le parezca: La renta variable es el activo-a largo plazo-más rentable y menos arriesgado".Francisco García Paramés

La clave en el mundo de las inversiones está en la PACIENCIA, como decía un inversor value "Más vale hacerse rico despacio que pobre rápidamente" .

Todo llega para quien sabe esperar.Nunca te des por vencido, las grandes cosas llevan tiempo.

‎ "Yo me fío más de cómo maneja la economía una familia que se juega el pan o un empresario, que se juega la ruina, que un grupo de señores que, cuando quiebran un país, se van a su casa, reciben seis cargos públicos o privados y se dedican a dar discursos."Daniel Lacalle

Los seres humanos observan que hoy en día las carreteras, los hospitales, las escuelas, el orden público, etc. etc., son proporcionados en gran (sino en exclusiva) medida por el estado, y como son muy necesarios, concluyen sin más análisis que el estado es también imprescindible. No se dan cuenta de que los recursos citados pueden producirse con mucha más calidad y de forma más eficiente, barata, y conforme con las cambiantes y variadas necesidades de cada persona, a travésdel orden espontáneo del mercado, la creatividad empresarial y la propiedad privada.Jesús Huerta de Soto

Comprar cuando la bolsa baja y vender cuando sube es difícil porque va en contra de la naturaleza humana: en los últimos 3.000 años, cuando el vecino de al lado salía corriendo o gritaba "fuego", ha resultado rentable salir corriendo también. De ahí que cuando la bolsa sube nos dan ganas de comprar, y cuando baja nos dan ganas de vender, por una simple cuestión de biología.

¿Pero es que no os dais cuenta que todas las injusticias y toda la corrupción proviene de lo "publico"?‏



jueves, 19 de enero de 2012

Ver las cosas con perspectiva ayuda a no cometer errores de inversión.

Invertir en momentos de incertidumbre

La magnitud de las turbulencias que han vivido recientemente los mercados ha pesado ciertamente sobre la confianza de los inversores y a muchos los ha dejado con dudas sobre la inversión en Bolsa. Sin embargo, la volatilidad en los mercados no es un fenómeno nuevo y aunque muchas crisis han dejado una huella indeleble en las mentes de los inversores particulares, pocos son los que recuerdan que después de cada crisis los 
mercados tienden a recuperar sus niveles anteriores en un periodo relativamente corto. Bajo estas líneas vamos a recordar cuál es el patrón de las rentabilidades a largo plazo de las Bolsas y la importancia de ceñirse a principios de inversión ampliamente contrastados.  

ES SÓLO OTRA CRISIS EN LOS MERCADOS  

Hundimientos de divisas, ataques terroristas, quiebras de fondos de inversión libre... muchas son las crisis que han afectado a las Bolsas durante el último siglo. Muchos recordarán perfectamente la crisis financiera asiática de 1997, la burbuja puntocom en 1999 y las pérdidas provocadas por los ataques terroristas de 2001. No pocos inversores siguen sufriendo las consecuencias de la crisis crediticia de 2008 y la posterior recesión mundial.
A los mercados no les gusta la incertidumbre y a menudo reaccionan excesivamente ante los acontecimientos. El cortoplacismo que define psicológicamente a los mercados supone a menudo que los inversores reaccionan ante los acontecimientos poniéndose en el peor de los casos. Si a ello le añadimos el espíritu gregario que también caracteriza el comportamiento de los inversores, el resultado puede ser una enorme disparidad entre las valoraciones bursátiles y la riqueza neta de las empresas que presentan dichas valoraciones.
Los inversores caen en lo mismo una y otra vez: no ven las crisis con perspectiva. Fijarse en lo que ha sucedido un poco más allá de la historia más inmediata puede enseñarles muchas lecciones. Por muy desagradables que sean los desplomes de los mercados, la historia demuestra que si bien las Bolsas reaccionan con fuerza ante grandes acontecimientos, suelen retomar la senda alcista en un espacio de tiempo muy corto.

EN POCAS PALABRAS 

  •  La volatilidad de los mercados está minando de nuevo la confianza de los inversores, que se enfrentan a mayores incertidumbres en relación con el euro, la disposición de EE.UU. para detener la escalada de su déficit público y la capacidad de China para sobreponerse a estas dificultades que vienen del exterior.
  •  Las crisis no son situaciones nuevas en los mercados. Muchas son las que se han sucedido y todas han dejado lecciones que aprender.
  • Las crisis en los mercados brindan también valiosas lecciones a los inversores. Ante la incertidumbre sobre las consecuencias para sus activos, muchos optan por vender sus inversiones en momentos que suelen ser los peores para tomar esas importantes decisiones.
  •  No desviarse del plan trazado y mirar con perspectiva las crisis del pasado y la evolución a largo plazo de las Bolsas es vital para que los esfuerzos de creación de riqueza tengan éxito.


A LARGO PLAZO, LA DISCIPLINA DA FRUTO  

Como hemos visto, los mercados se mueven en ciclos. En periodos cortos, los mercados pueden ser más volátiles y generar un amplio espectro de rentabilidades positivas y negativas. Sin embargo, cuanto más tiempo se mantenga la inversión, mayor es la probabilidad de que dicha inversión genere una rentabilidad positiva. Como se muestra en el gráfico que figura debajo, la inversión en renta variable mundial en periodos de 12 años o más no ha generado rentabilidades negativas. 



Comprensiblemente, puede resultar difícil invertir con confianza cuando los mercados son volátiles. Sin embargo, no hay que dejar que los movimientos a corto plazo de los mercados alteren la disciplina de inversión. Mantener la calma y adoptar un enfoque de inversión sistemático y disciplinado podría ayudar a capear la volatilidad y ofrecer la oportunidad de comprar activos de calidad a precios más atractivos que los que registraban cuando los mercados estaban más altos.

TIEMPO EN EL MERCADO, NO LOS TIEMPOS DEL MERCADO  
Resulta extremadamente difícil predecir cuándo es tiempo de entrar en el mercado o salir de él. La velocidad a la que los mercados reaccionan ante las noticias significa que las cotizaciones ya han absorbido el impacto de los acontecimientos. Cuando los mercados se giran, lo hacen deprisa. Los que intentan encontrar el mejor momento para entrar y salir podrían terminar perdiéndose el rebote. El gráfico que figura debajo ilustra el efecto que sufre un inversor en Bolsa estadounidense que se pierde las rentabilidades del mercado en los mejores días de los últimos 10 años. Perderse sólo los 10 mejores días del mercado desde 2001 dejará una cartera en territorio negativo.







EL VALOR DE LOS DIVIDENDOS 

Cuando las cosas van bien y la Bolsa sube con fuerza, las rentabilidades adicionales que ofrecen los dividendos pueden considerarse como poco más que testimoniales. Sin embargo, cuando los mercados dan muestras de debilidad, la rentabilidad adicional que genera el dividendo se convierte en una parte valiosa de la rentabilidad total. El efecto de los dividendos se amplifica con el tiempo debido al efecto de capitalización derivado de la reinversión de dividendos. Por ejemplo, 1.000 dólares invertidos en la Bolsa asiática durante los últimos diez años habrían crecido hasta un total de 2.138 dólares en septiembre de 2011. Pero si se hubieran reinvertido los dividendos, esa cantidad se situaría en 2.789 dólares: ¡un 30% más!

Los dividendos también pueden ser más predecibles que los beneficios empresariales y las cotizaciones, ya que muchas empresas generalmente se esfuerzan por mantener su política de dividendo incluso cuando sus beneficios caen temporalmente.
Conclusión :Nos encontramos en un inicio de 2012  que nos presenta un PER de 9,84 para el IBEX y del 11,81 para el DAX. Niveles históricamente bajos si los comparamos con la media. Por eso de cara a los próximos años nos encontramos en un buen momento para invetir.










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