Un estudio hecho en los países nórdicos , demostró que las personas que invierten en bolsa no son los que más dinero tienen, sino lo más inteligentes.

"Por extraño y paradójico que le parezca: La renta variable es el activo-a largo plazo-más rentable y menos arriesgado".Francisco García Paramés

La clave en el mundo de las inversiones está en la PACIENCIA, como decía un inversor value "Más vale hacerse rico despacio que pobre rápidamente" .

Todo llega para quien sabe esperar.Nunca te des por vencido, las grandes cosas llevan tiempo.

‎ "Yo me fío más de cómo maneja la economía una familia que se juega el pan o un empresario, que se juega la ruina, que un grupo de señores que, cuando quiebran un país, se van a su casa, reciben seis cargos públicos o privados y se dedican a dar discursos."Daniel Lacalle

Los seres humanos observan que hoy en día las carreteras, los hospitales, las escuelas, el orden público, etc. etc., son proporcionados en gran (sino en exclusiva) medida por el estado, y como son muy necesarios, concluyen sin más análisis que el estado es también imprescindible. No se dan cuenta de que los recursos citados pueden producirse con mucha más calidad y de forma más eficiente, barata, y conforme con las cambiantes y variadas necesidades de cada persona, a travésdel orden espontáneo del mercado, la creatividad empresarial y la propiedad privada.Jesús Huerta de Soto

Comprar cuando la bolsa baja y vender cuando sube es difícil porque va en contra de la naturaleza humana: en los últimos 3.000 años, cuando el vecino de al lado salía corriendo o gritaba "fuego", ha resultado rentable salir corriendo también. De ahí que cuando la bolsa sube nos dan ganas de comprar, y cuando baja nos dan ganas de vender, por una simple cuestión de biología.

¿Pero es que no os dais cuenta que todas las injusticias y toda la corrupción proviene de lo "publico"?‏



martes, 18 de agosto de 2009

Lecciones de mi abuelo para invertir en bolsa

Este artículo del blog de Juan Sainz me ha parecido muy interesante para publicarlo y de paso pongo la dirección de su blog para que visitéis sus intereresantes artículos http://juanst.com/2009/07/31/lecciones-de-mi-abuelo/

Entender los mercados financieros y los movimientos de las Bolsas creo que puede llegar a ser tan fácil o tan difícil como queramos. Me explico.

Cuando hablo de “entender a las Bolsas”, no quiero decir que sepamos explicar por qué se ha movido un determinado índice en un determinado momento o por qué sube o baja una acción. Me refiero a que tenemos que saber que las Bolsas en ocasiones se mueven debido a factores que desconocemos o que se nos “escapan”, es decir, que se mueven por factores incontrolables para nosotros.

Muchas veces nos encontramos ante movimientos que son muy difíciles de explicar y casi mejor no hacerlo ya que seguro que la razón que se dé para explicarlos, no sea la razón verdadera y real. El hecho es que en multitud de ocasiones las Bolsas se mueven y no sabemos por qué aunque muchos sí que crean saberlo.

Por ejemplo, explicar el “rally” vivido en Bolsa durante el último mes puede ser tan fácil o tan difícil como queramos. Basta con decir que ha subido todo porque anteriormente las acciones habían caído demasiado, o decir que como el “miedo” ha caído y por tanto las primas de riesgos se han reducido, las valoraciones de las empresas sólo por este hecho han subido. También podemos hacer un análisis muy complejo y muy técnico dando explicaciones “coherentes” o “ininteligibles” pero dando una justificación a los movimientos de las acciones y una sensación de saber qué ha ocurrido. El tema es que todo esto lo decimos hoy y no hace un mes. Que a más de uno y de dos, seguro que esta subida les ha “pillado” por sorpresa.

A lo que voy, y lo que quería decir con este post, es que hace 3 meses aproximadamente, mi abuelo me dio una lección de cómo había que estar en los mercados y me demostró que no se necesita mucho para entender a la Bolsa. Pero todo sin ponerse medallas y sin querer demostrar nada a nadie.

Por situarnos, decir que mi abuelo tiene más de 90 años y también decir que tiene mucho dinero invertido en Bolsa.

Pues cuando su cartera, la cual está compuesta por acciones tipo TEF, BBVA, SAN, caía aproximadamente un 50% respecto a cómo la tenía un año antes, hablé con él y lejos de verle preocupado, le noté muy tranquilo. Llevará unos 70 años invirtiendo en Bolsa y ha visto mucho. Que esta crisis es de las peores que ha vivido, si no la peor, eso es seguro, pero que no le ha temblado el pulso y que no se ha preocupado porque su cartera cayera tanto, también.

Hablando con él sobre lo “duras” que estaban siendo las caídas de las acciones, me dijo: “Juan, no te preocupes. Esto pasará y las acciones recuperarán. Las buenas empresas saldrán adelante. Esto son ciclos.” Le respondí, que para eso se necesitará esperar algún que otro año. Y me contestó. “Claro. Podrán ser 2 ó 4 ó 7, pero no te preocupes”.

Me fui impactado. La cartera de mi abuelo había caído mucho, pero mucho, y el no estaba preocupado. En ningún momento me dijo lo de “si hubiera vendido hace un año, tendría casi el doble de lo que tengo hoy”. Es decir, sabe que no venderá en máximos. Además me hablaba de plazos de recuperación de las acciones de 2, 4 ó 7 años teniendo más de 90 años!!

En definitiva, mi abuelo no te dirá que Telefónica tiene tal ratio, tal PER, que el EBITDA ha caído y por eso las acciones han caído, etc, etc. Mi abuelo sabe qué es la Bolsa. Sabe que en muchas ocasiones sube “sin razón” o sin razones “lógicas” y lo mismo cuando cae. Sabe que los movimientos pueden ser más que espectaculares en el corto plazo y que pueden destrozarte una cartera. Y lo mejor, sabe que puede perder dinero.

Con esto saco alguna que otra conclusión sobre qué significa invertir en Bolsa y “entender” a los mercados financieros. Para conseguirlo:

Invierte dinero que no te importe perder. Es difícil que no te importe perder, pero sé consciente que puedes perder dinero y que si te puede quitar el sueño, mejor que no inviertas en Bolsa. Cuando hablo de invertir en Bolsa, hablo de comprar acciones “puras y duras”. Mi abuelo, tiene la suerte de tener dinero y poder permitirse el “lujo” de perder parte de él. Pero lo mejor, es que no sufre por ello. No es cuestión de tener mucho o muchísimo dinero. Si tienes 6.000 euros y sufres si pierdes 2.000, mejor que no inviertas. Si tienes 6 millones de euros y sufres si pierdes dos millones, lo mismo. Pero si no tienes dinero, o lo necesitas, no hagas locuras e inviertas a corto plazo en Bolsa.
Se consciente que habrá muchas cosas que no entiendas y que por tanto podrás ver subidas espectaculares y caídas terroríficas. No le des muchas vueltas. Esto pasa. Las buenas empresas en su mayoría aguantan las crisis y salen de ellas. Sufriendo como es lógico, pero salen y sus acciones se recuperarán.
Se consciente que existen los ciclos pero que adivinarlos es muy difícil o mejor dicho, casi imposible. Para estar en Bolsa necesitas tiempo.
Se prudente. No saques “pecho” cuando aciertes y veas que tu cartera ha subida un 20% ó un 30% en 6 meses, porque a lo mejor otros 6 meses después tu cartera es la mitad de lo que es hoy.
Analizar las empresas y los movimientos de las acciones es importante, pero más importante es saber que la Bolsa es “especial”. En el fútbol cuando un equipo de segunda división gana a todo un Real Madrid o Barcelona se suele decir “El fútbol es así”; pues en Bolsa podríamos decir “La Bolsa es así” cuando analizas, haces bien tu trabajo, te asesoran bien, etc, etc, pero tus acciones caen y caen. A veces ocurren cosas poco probables, pero ocurren. Estate preparado para ver casi todo o todo lo que puedas imaginar… y lo que no puedas imaginar también.

viernes, 14 de agosto de 2009

Recomiendo este libro de Eugen Von Böhm-Bawerk, Ensayos de teoría económica, Vol. I de sus Obras Completas

Böhm-Bawerk es uno de los más grandes economistas de todos los tiempos pero en España aún es bastante desconocido. A él se debe la teoría del capital y la mejor crítica a la teoría de la explotación de Marx. Resumiendo mucho, Böhm-Bawerk entiende que el progreso va ligado indisolublemente al ahorro y posterior inversión. Se percató de que para aumentar la producción es preciso alargar las estructuras de producción.

Esto se entiende mejor si nos imaginamos a Robinson Crusoe solo en una isla.
Con sus manos puede coger algunas bayas y cocos pero si dedica medio día a fabricarse un palo podrá aumentar su consumo de frutas ya que es más eficiente recogiéndolas. Es evidente que para ello ha tenido que dejar de consumir durante un tiempo y vivir del ahorro para poder crear un bien de capital (el palo). De esta idea aparentemente simple salió la crítica a Marx.

Al contrario de lo que el autor de “El Capital” consideraba, el empresario no explota al trabajador porque las mercancías no se valoran por el coste de producirlas sino por lo que la gente esté dispuesta a pagar por ellas. Además, el empresario restringe sus gastos en bienes de consumo, ahorra dinero e invierte sus fondos en la adquisición y alquiler de factores productivos a los cuales paga ahora con vistas a poder vender los productos que fabriquen. Así que les adelanta el dinero a los trabajadores mucho antes de que las mercancías se coloquen en el mercado. Por esa diferencia de tiempo se queda con un interés, el llamado beneficio capitalista, porque no es lo mismo 100 pts hoy que la misma cantidad mañana. Se explica ese interés por la preferencia temporal: el individuo valora más el pan ahora que dentro de tres meses debido a que trata de satisfacer sus necesidades lo antes posible. De modo que el empresario le da un salario al trabajador aun no sabiendo si va a conseguir vender todo su stock y librándole de ese riesgo a aquél.

Una vez introducido someramente algunas de las ideas de Böhm-Bawerk, es hora de que comentemos el libro que tenemos entre manos. En esta obra se recogen algunos ensayos sobre la ciencia económica. En el primero de ellos “Nuestra tarea” ( 1892) se plantea que la teoría debe ser capaz de explicar los efectos a largo plazo, “lo que no se ve” lo llama él siguiendo a Bastiat. En el siguiente discute la opinión de Brentano de que la economía clásica erró porque “operaba con hombres abstractos” (p.149). Sucintamente Böhm-Bawerk le espeta que no se le puede reprochar a los economistas clásicos que se fijaran “sólo en las semejanzas más patentes y descuidaran los matices más sutiles” ( p.153). En “Economía histórica y Economía teórica” (uno de los ensayos más interesantes del libro), apunta el debate que sostuvieron su maestro Menger y él contra Schmoller, fundador de la Escuela Histórica Alemana.

Schmoller y sus seguidores defendían la imposibilidad de las ciencias sociales teóricas para captar lo único y lo irrepetible. Por eso apostaban por una investigación histórica de los distintos acontecimientos para llegar inductivamente a las series típicas de los fenómenos, a sus relaciones y causas. Con lo que estaban seguros de que la ciencia económica no podría explicar acontecimientos en general bajo unas condiciones porque cada época y lugar tenía una historia distinta ya que las categorías económicas son categorías históricamente limitadas.

Menger empezó el debate sugiriendo que las ciencias teóricas buscan comprender la realidad dado que sin marcos teóricos no es posible explicar los fenómenos. Al contrario que Schmoller, tanto Menger como Böhm-Bawerk entendían que los conceptos colectivistas como Estado o Nación no eran entes distintos de los individuos que los componen. Por esto, la Escuela Austríaca de Menger y Böhm-Bawerk metodológicamente estudia al individuo que actúa. Otra de las características de esta escuela es que han sido capaces de ver que las instituciones sociales son el resultado espontáneo de miles de individuos cooperando y resultado de su interactuar, resultados no deliberados pero si intencionales que al acumularse dieron lugar al mercado, al dinero, al derecho...

Y ahora saltamos del debate sobre metodología al último ensayo, dejando de lado el cuarto y quinto, ¿Poder o ley económica?. Böhm-Bawerk argumenta que no puede entenderse que los fenómenos económicos no se desenvuelvan en un entorno normativo porque sin ejecutividad de los contratos, por ejemplo, ¿cómo sería posible que se hiciesen negocios?. Pero hay un peligro de choque entre la economía y el derecho cuando se dictan decretos y reglamentos que interfieren en la libre interacción que se da en el mercado. Aún así, siempre acaban triunfando las leyes económicas. Si no, como ejemplo, recuerden que pese a que los estupefacientes estén prohibidos hay un vasto mercado negro. Y a Böhm-Bawerk no se le pasa por alto que esas regulaciones anti-económicas traen consecuencias perversas.

Así, cuando el Gobierno fija un salario mínimo deja fuera del mercado a los trabajadores cuya productividad marginal es inferior a dicho sueldo o crea escasez cuando congela los alquileres, ya que a los arrendadores no les es rentable arrendar a dichos precios... Quizá la parte más jugosa de este ensayo sea su análisis de los sindicatos. Se pregunta si la satisfacción de sus “demandas sociales” puede durar. Si un aumento de salario que piden respondiera a un incremento de la productividad entonces sería lógico pero en caso contrario, lo único que se consigue es incrementar los costes laborales y en consecuencia conseguir que los empresarios tengan que despedir a trabajadores o no contratar más al tiempo que se defienden de tales medidas adquiriendo maquinaria que supla la mano de obra humana.

Un libro importante. Pero para los que tanto análisis de la ciencia económica les aburra pueden leer directamente el último ensayo o bien calar antes “La conclusión del sistema marxiano”, que al ser más breve y crítico da buena cuenta de la talla de Böhm-Bawerk (también acaba de ser publicado por Unión Editorial).

Eugen Von Böhm-Bawerk, Ensayos de teoría económica, Vol. I de sus Obras Completas. Unión Editorial.317 páginas.

Vacaciones socialistas: Humor pero a la vez tristeza por lo que están pasando esos pueblos

Viene el mes de agosto camaradas, las vacaciones están aquí para muchos, y sabiéndolo el Glorioso MSV( Movimiento stalin Vive) no quiere que os toméis unas vacaciones aburguesadas, así que, pensando por vosotros (y evitando así que penséis algo distinto al partido) se os ha hecho un listado de paraísos a visitar durante vuestras vacaciones.

En primer lugar os recomendamos Cuba, no estamos muy contentos con la labor de Raulito (conocido como la locaza del Caribe) así que os dejo un ejemplo de la política llevada a cabo por el Coma-andante durante sus gloriosos años para que reméis en esa dirección.
http://www.directorio.org/lista.htm
Seguimos con Venezuela, el camarada Chávez también os recibirá con los brazos abiertos. Con él aprenderéis a machacar a vuestros críticos, tal y como ha hecho con esa televisión fascista que le persigue impunemente y haciendo caso omiso a esos pusilánimes representantes de los derechos humanos.
http://www.infolatam.com/entrada/venezuela_derechos_humanos_insta_a_chave-14058.html
Continuaremos con otra de nuestras favoritas, Corea (del norte, faltaría más) con todo lo que precisa un país socialista de verdad: Millones de personas que mueren de inanición (por ser burgueses, los del partido no tienen problemas) campañas nucleares, producción y tráfico de drogas etc. La lista es tan larga que no queremos aburrirles con detalles insulsos.
http://www.elmundo.es/elmundo/2006/10/30/solidaridad/1162215686.html
La lista continuaría con un sinfín de países, recordad a nuestros hermanos de Irán o Qatar de la Alianza de Civilizaciones, Bielorrusia, que ha tenido el buen gusto de seguir siendo socialista, y así varias naciones más de progreso. Aprended en vuestro viaje y aquello que vaya en contra de las podridas costumbres occidentales, traedlo aquí e implantadlo (a ser posible por la fuerza)

Disfrutad del socialismo en vuestros días de asueto.

Fuente: http://stalinvive.com/2009/07/31/vacaciones-socialistas/

P.D No hay paro, pero nadie trabaja. Nadie trabaja, pero los planes se cumplen. Los planes se cumplen, pero en las tiendas no hay nada. En las tiendas no hay nada, pero las despensas de la gente están llenas. Las despensas esán llenas, pero todos están descontentos. Todos están descontentos, pero votan a favor.

Saludos y libertad

miércoles, 12 de agosto de 2009

Los dos modos en que un inversor puede ganar dinero

Los dos modos en que un inversor puede ganar dinero
Una persona que compra un activo
(acciones, bonos, activos
inmobiliarios, oro en lingote…) puede materializar los beneficios de
dos modos diferentes que no son exclusivos. Uno consiste
simplemente en vender de nuevo el activo a un precio superior. El
otro consiste en cobrar cualquiera de las “rentas” que el activo
genere
: dividendos en el caso de las acciones, intereres en el caso
de los bonos, arrendamientos en el caso de los activos
inmobiliarios y gastos respecto al oro. Pasado un tiempo, el
inversor puede vender el activo y los rendimientos totales serán
una combinación de las rentas logradas más, o menos, cualquier
diferencia en el precio. Denominaremos la primera parte de los
beneficios “rentas” y la segunda “apreciación”.
Un inversor en un “activo ilíquido”, es decir, un activo cuyo precio
no cambia a diario, como por ejemplo una fábrica, suele
concentrarse en las rentas y no en el precio de reventa potencial
del activo. Existen tres razones que explican este hecho: en primer
lugar, la apreciación solamente sucede cuando dicho inversor
vende la fábrica, lo que, probablemente, no suele plantearse con
frecuencia; en segundo lugar, en cualquier caso, nadie sabe cuál
será el “precio de mercado” diario de la fábrica, porque cada
fábrica es diferente, no se compra ni se vende todos los días y,
aunque se hiciera, el precio no se publica habitualmente; por
último, a lo largo del tiempo, la apreciación de un activo que
genera una renta está estrechamente correlacionada con las
rentas que genera realmente, de modo que, prestar atención a las
rentas supone atender al resto. Esto es, básicamente, lo que hace
la mayoría de propietarios de negocios. Para ellos, la rentabilidad
de la inversión es el importe real de las rentas cobradas, dividido
por el capital que tuvieron que invertir para ser el propietario del
negocio. La venta del negocio puede suceder o no suceder en
algún momento en el futuro, y el precio de reventa posiblemente
dependerá de lo rentable que sea.
No obstante, tan pronto como exista un “mercado líquido” para los
activos, es decir, actividad constante de compraventa, los
inversores comenzarán a olvidarse de las rentas que se supone
que producirá el activo, y se fijarán en los cambios de precio
diarios. Esto no es muy lógico; el hecho de que una parte del
negocio cotice en el mercado bursátil, por ejemplo, no altera la
naturaleza de dicho negocio de modo significativo. Sin embargo, sí
cambia la previsión del propietario: en lugar de preocuparse por
los beneficios de la empresa, el “inversor” consulta el precio de la
acción todos los días y estima un beneficio cuando el precio sube
y una pérdida cuando el precio baja.
Los precios diarios suben y bajan con mayor frecuencia que los
beneficios a largo plazo porque muchos inversores no intentan
adivinar cuáles serán los beneficios a largo plazo (los cuales, en
muchos casos, pueden valorarse aproximadamente con cierta
certeza), sino cuál será el precio de la acción a corto plazo. Esto
provoca una situación imposible en la que todo el mundo intenta
predecir el comportamiento del resto, lo que genera incluso una
mayor volatilidad hasta un punto en el que los precios pueden
perder su relación con los beneficios subyacentes.
Acabamos de afirmar que en muchos casos, los beneficios a largo plazo pueden estimarse con cierta certeza. En anteriores boletines informativos, hemos insistido en que, pese a que lo que nos
quieran hacer creer los medios empresariales, las condiciones
macroeconómicas (el comportamiento de la economía) solamente
suponen una diferencia modesta para los beneficios de las
empresas a lo largo del tiempo y, por tanto, no son un factor muy
importante para el inversor a largo plazo. ¿Seguimos manteniendo
esto tras todo lo sucedido en los últimos trimestres?
continúa aquí
http://s-i-a.ch/SIA/files/Newsletter/200907_LTIF_Newsletter_ES.pdf