Entrevista a Joel Greenblatt
El exitoso inversor Joel Greenblatt ideó un sistema para enseñar a invertir a sus hijos todavía en edad escolar.
Si te ciñes a comprar sólo buenas compañías (aquéllas que tienen un elevado retorno sobre el capital empleado) y hacerlo solamente a precios bajos (aquellos precios que te proporcionan una rentabilidad alta), puedes terminar comprando sistemáticamente muchas de las buenas compañías que el Sr. Mercado en sus depresiones literalmente regala. ¡De hecho puedes más que doblar la media anual de rentabilidad de los índices! Lo puedes hacer solo. Lo puedes hacer con bajo riesgo y lo puedes hacer sin necesidad de hacer predicciones. Lo puedes hacer durante el resto de tu vida -y puedes elegir hacerlo sólo después de que estés convencido de que realmente funciona-.Los fundamentos teóricos que sustentan la fórmula de Greenblatt son tan sencillos como sólidos:
- Pagar un precio bajo cuando compras unas participaciones de un negocio es una buena cosa. Una forma de hacerlo es comprar un negocio cuyo beneficio por acción con relación a la cotización sea mayor que otros que se estén analizando.
- Comprar una participación en un buen negocio es mejor que comprarla en uno malo. Una forma de conseguirlo es comprar un negocio que puede reinvertir su propio dinero con altos índices de retorno en vez de comprar uno que sólo pueda reinvertir a índices más bajos. En otras palabras, los negocios con altas tasas de rentabilidad sobre el capital empleado son mejores que aquellos que obtienen más bajas tasas de rentabilidad sobre el capital empleado.
Combinar los dos puntos anteriores, es decir comprar buenos negocios a precios atractivos es el secreto para ganar mucho, mucho dinero.La fórmula mágica funciona tanto para compañías grandes como pequeñas. La ventaja que tiene esta fórmula es su sencillez en el cálculo. Él mismo explica que este libro nació como una herramienta para hacer accesible la inversión y hacer ricos a sus propios hijos. Si podía lograr simplificar el mensaje y los cálculos para ellos, también lo haría para los demás.Para ello, haremos dos clasificaciones de acciones: según su PER (primer punto anterior) y según elROCE (rentabilidad del capital empleado). En el primer caso, ordenamos de menor a mayor; en el segundo, de mayor a menor. Con ello, obtendremos una lista de las compañías mejor clasificadaspara cada uno de los dos criterios mencionados. Por último, sumamos el orden que tenga en la clasificación de la lista del PER con el puesto que ocupe en la lista del ROCE obteniendo una nueva clasificación. Nos quedamos con las 50 acciones mejor ubicadas y ésa será nuestra cartera de inversión.La ventaja de todo ello es que ni siquiera tendremos que elegir a pies juntillas esas 50 acciones, pero al menos nos habrá facilitado mucho la tarea y puesto en orden las acciones mejor posicionadas según estos criterios.Como nos enseña el creador de esta fórmula, comprar barato es sin duda una de las claves. Esto posibilita que el retorno futuro pueda ser mucho más significativo. Pero qué decir del crecimiento. En primer lugar, tener tasas de retorno sobre el capital (ROCE) elevadas ni es casualidad ni desde luego sencillo de alcanzar por parte de las compañías. Sólo unas cuantas elegidas son capaces de crecer notablemente y de reinvertir los beneficios con éxito, es decir, de asegurarse importantes tasas de beneficio no sólo presentes sino futuras. Si eliminamos en nuestra selección compañías más "vulgares" en cuanto a evolución del ROCE, conseguimos una selección con alto potencial; más aún, si somos capaces de adquirirlas a grandes descuentos sobre su valor objetivo.¿Las pruebas del éxito de la fórmula mágica?Fuente: The little book that beats de market
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