Un estudio hecho en los países nórdicos , demostró que las personas que invierten en bolsa no son los que más dinero tienen, sino lo más inteligentes.

"Por extraño y paradójico que le parezca: La renta variable es el activo-a largo plazo-más rentable y menos arriesgado".Francisco García Paramés

La clave en el mundo de las inversiones está en la PACIENCIA, como decía un inversor value "Más vale hacerse rico despacio que pobre rápidamente" .

Todo llega para quien sabe esperar.Nunca te des por vencido, las grandes cosas llevan tiempo.

‎ "Yo me fío más de cómo maneja la economía una familia que se juega el pan o un empresario, que se juega la ruina, que un grupo de señores que, cuando quiebran un país, se van a su casa, reciben seis cargos públicos o privados y se dedican a dar discursos."Daniel Lacalle

Los seres humanos observan que hoy en día las carreteras, los hospitales, las escuelas, el orden público, etc. etc., son proporcionados en gran (sino en exclusiva) medida por el estado, y como son muy necesarios, concluyen sin más análisis que el estado es también imprescindible. No se dan cuenta de que los recursos citados pueden producirse con mucha más calidad y de forma más eficiente, barata, y conforme con las cambiantes y variadas necesidades de cada persona, a travésdel orden espontáneo del mercado, la creatividad empresarial y la propiedad privada.Jesús Huerta de Soto

Comprar cuando la bolsa baja y vender cuando sube es difícil porque va en contra de la naturaleza humana: en los últimos 3.000 años, cuando el vecino de al lado salía corriendo o gritaba "fuego", ha resultado rentable salir corriendo también. De ahí que cuando la bolsa sube nos dan ganas de comprar, y cuando baja nos dan ganas de vender, por una simple cuestión de biología.

¿Pero es que no os dais cuenta que todas las injusticias y toda la corrupción proviene de lo "publico"?‏



jueves, 1 de marzo de 2012

Libro:Las doce claves para hacer nuestra vida más sencilla


Vivimos a un ritmo frenético que impide que veamos la vida con perspectiva y serenidad. Los dos principales hándicaps de la velocidad de hoy en día: exceso de información y de trabajo. Un par de problemas estresantes y, en el mejor de los casos, una pérdida de tiempo. La solución: tomar la decisión consciente de hacer, no lo más fácil, sino lo más adecuado. En otras palabras, simplificar todo para concentrarnos en lo más productivo.

Si aprendemos a ponernos límites, todo fluirá de manera positiva, podremos concentrarnos solo en lo más importante y viviremos la paradoja de lograr más haciendo menos. Esto es lo que viene a decir Leo Babauta, considerado el gurú de los hábitos zen: vida sencilla, vida feliz.


Tenemos que simplificar todo para concentrarnos sólo en lo más productivo

En su último libro, El poder de lo simple (editorial Planeta, incita a los lectores a dejar a un lado el estrés y las preocupaciones para embarcarse en un mar en calma. Identificando lo esencial y siguiendo varios consejos asegura que podremos cambiar completamente nuestra vida y lograr lo que deseamos. Para muestra, su propia experiencia. Leo era un periodista estresado que cambió el chip y aprendió a priorizar valores. Asegura que consiguió cancelar sus créditos económicos, dejar de fumar, perder dieciocho kilos, practicar deporte, triplicar sus beneficios económicos sin aumentar su trabajo, escribir una novela y varios libros de no ficción, madrugar más y tener tiempo para su familia.


Es importante establecer límites

La clave de su éxito, como confiesa el propio Babauta, radica en poner barreras a la cantidad de cosas que consumimos y hacemos. Es decir, tenemos que evitar distracciones. El principal problema -explica el autor- es que vivimos sin límites. “Por desgracia, nuestro tiempo y espacio son limitados y tener de todo en exceso es como tratar de meter toda una biblioteca dentro de una caja: es imposible hacerlo. Tarde o temprano, la caja se romperá”, ejemplifica el también autor del blog Zen Habits, considerado uno de los 25 mejores de 2009 y 2010 por la revista Time, donde comparte con más de 230.000 suscriptores sus consejos.

Los límites obligan a averiguar qué es importante y qué no

Simplificar consiste en priorizar, en elegir sólo lo esencial de acuerdo a nuestros valores. “Tenemos que concentrarse en una sola cosa. Ejecutar varias tareas de manera simultánea es menos eficiente y estresante, concentramos nuestra atención en una cosa para seguidamente hacer otra cosa, es enloquecedor. Podemos reducir el estrés al prestar atención a una sola cosa a la vez”, asegura a El Confidencial Babauta.

Pero, ¿cómo identificamos lo esencial y eliminamos el resto? A través de su experiencia, el autor ha comprobado que se aprende por ensayo y error. “Elije las 4 ó 5 cosas que más te importan en la vida y trata de dedicarte exclusivamente a ellas”. El gurú asegura que si nos sentimos bien, habremos escogido correctamente, de lo contrario deberemos volver a escoger. Es, en otras palabras, una cuestión de ir probando. “Es bueno poner límites a todo lo que puedas, los límites obligan a averiguar qué es importante y qué no”, remarca. El autor aconseja limitar los correos electrónicos que enviamos, las tareas diarias que hacemos, el tiempo que hablamos por teléfono o la cantidad de cosas que tenemos en el escritorio.

Tenemos que crearnos hábitos nuevos

No basta con proponernos buenas intenciones, sino que tenemos que crearnos hábitos, que duran más. “Debemos seleccionar un sólo hábito para no abrumarnos con muchas cosas a la vez, tenemos que escribir un plan para tener muy claro cuál es nuestra meta cada día y compartirla con los demás”. Babauta incide sobremanera en la importancia de divulgar nuestras intenciones al público. Comprometernos delante de los demás es de gran ayuda porque nos genera compromiso.

Tenemos que saber cuál es nuestra meta cada día y compartirla con los demás

El autor asegura que transformar los hábitos es una de las mejores maneras de crear un cambio duradero en nuestra vida. “He aprendido, después de varios experimentos, que se necesita alrededor de un mes de concentración enfocada para conseguir que se nos pegue un hábito”, reconoce.

El ex periodista no cree en la planificación rígida de esos hábitos porque las prioridades cambian durante todo el día. “Al comienzo de cada día, me pregunto: ¿qué es lo más importante que puedo hacer hoy? Y me concentro en eso primero. Cuando he terminado, repito el mismo proceso”. Hacer algo cada día para llegar a nuestra particular meta es el primer paso para conseguir simplificar nuestra vida. “Algunas buenas preguntas que debemos hacernos son: "¿Esto me hará feliz? ¿Soy un apasionado de esta actividad? ¿Es más importante que las otras cosas en mi vida? ¿Puedo vivir sin ella?", asegura Leo.

Para empezar a hacer más sencillas nuestras vidas y sentirnos mejor, Babauta nos propone poner en marcha doce hábitos sencillos (uno por mes durante un año):

1-   Establece tus tres TMI (Tareas Más Importantes) cada mañana.

2-   Haz solamente una cosa a la vez. Cuando estés trabajando en una tarea no pases a otra.

3-   No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. No acumules papeleo en tu escritorio.

4-   Revisa el correo electrónico solamente dos veces al día y contesta con un máximo de cinco frases.

5-   Haz entre cinco y diez minutos diarios de ejercicio.

6-   Desconecta todos los aparatos mientras trabajas, evita las distracciones.

7-   Sigue una rutina por las mañanas.

8-   Ingiere más frutas y verduras al día.

9-   Mantén el escritorio en orden.

10-   Di no a los compromisos y peticiones que no figuren en tu lista corta.

11-   Dedica 15 minutos al día a ordenar tu casa.

12-   Introduce pequeños cambios que te hagan disfrutar más de la vida.


Estas técnicas, asegura Babauta, nos ayudarán a deshacernos del desorden, del ruido y del trabajo innecesario. Simplificarán nuestra vida dentro y fuera del trabajo, ahorrándonos tiempo y esfuerzo con garantías de éxito.
Fuentes

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