Cuando se inyecta el dinero fiduciario y aparecen los primeros síntomas de la crisis ( 6 efectos vistos anteriormente) existe muchos intereses y una gran presión por parte de los políticos que consideran que no pueden ir las cosas mal, banqueros, e incluso del banco central por retrasarla. Tratan de solucionar el problema dando al enfermo que ya empieza a notar los efectos de la borrachera en forma de resaca más alcohol. Luego en muchas ocasiones se actúa ante el menor indicio de que se desplome todo el proceso de creación crediticia artificial inyectando dosis ulteriores y creciente de expansión crediticia (es lo que se hizo en Japón que produjo 10 años de crecimiento 0 o negativos véase la década perdida de Japón).
Efectivamente que es posible retrasar la llegada de la crisis con esta política pero ojo, solo a costa de un coste tremendo. Y es que cuando ineludiblemente llegue, en un futuro más lejano será mucho más profunda, duradera, grave y con un coste social más elevado. Porque el proceso generalizado de mala inversión será mucho más grande y profundo.
Y esto es lo que ha pasado en esta última crisis que estamos viviendo. A finales de la década de los 90 hubo un enorme proceso de expansión crediticia, fueron los años felices de la era del Presidente Clinton. Que ineludiblemente distorsiono la estructura productiva en forma de malas inversiones generalizadas en todo el mundo. Los seis efectos visto se pusieron entonces de manifiesto a finales de los años 2000 y principios de 2001 (crisis de las tecnológicas) y se comenzó un proceso de crisis financiera y recesión económica. En circunstancias normales deberíamos haber saneado en ese momento todos los errores cometidos de inversión por la expansión crediticia. Pero hubo un accidente histórico que dio al traste con el proceso de saneamiento, los atentados terroristas de septiembre de 2001. A partir de ese momento, las autoridades políticas del mundo con EEU en la cabeza dijeron que en esas circunstancias no se podían permitir una recesión económica, las presiones fueron brutales y Alan Greenspan el presidente de la reserva federal dio un giro de 180 grados a su política monetaria. Y los tipos de interés que habían subido al 6% en pocos días fueron rebajados al 1% y así se mantuvo durante 3 años.. Es decir cuando empezaba la economía a sentir los efectos de la recesión y de ajuste a través de su saneamiento se paralizó brutalmente con una dosis tremendo de expansión crediticia adicional. Esto pospuso todos los reajustes que habría que haber llevado a cabo en ese periodo. Ósea que las malas inversiones de la década de los 90 se solaparon con nuevas y mas malas inversiones. Con lo que se dio una prórroga a la fiesta durante 6 años más. Que ha durado hasta el año 2007 pero ¿ A que coste?.Con la crisis financiera y recesión económica más grave que ha asolado el mundo desde la gran depresión de 1929.
Saludos
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