Un estudio hecho en los países nórdicos , demostró que las personas que invierten en bolsa no son los que más dinero tienen, sino lo más inteligentes.

"Por extraño y paradójico que le parezca: La renta variable es el activo-a largo plazo-más rentable y menos arriesgado".Francisco García Paramés

La clave en el mundo de las inversiones está en la PACIENCIA, como decía un inversor value "Más vale hacerse rico despacio que pobre rápidamente" .

Todo llega para quien sabe esperar.Nunca te des por vencido, las grandes cosas llevan tiempo.

‎ "Yo me fío más de cómo maneja la economía una familia que se juega el pan o un empresario, que se juega la ruina, que un grupo de señores que, cuando quiebran un país, se van a su casa, reciben seis cargos públicos o privados y se dedican a dar discursos."Daniel Lacalle

Los seres humanos observan que hoy en día las carreteras, los hospitales, las escuelas, el orden público, etc. etc., son proporcionados en gran (sino en exclusiva) medida por el estado, y como son muy necesarios, concluyen sin más análisis que el estado es también imprescindible. No se dan cuenta de que los recursos citados pueden producirse con mucha más calidad y de forma más eficiente, barata, y conforme con las cambiantes y variadas necesidades de cada persona, a travésdel orden espontáneo del mercado, la creatividad empresarial y la propiedad privada.Jesús Huerta de Soto

Comprar cuando la bolsa baja y vender cuando sube es difícil porque va en contra de la naturaleza humana: en los últimos 3.000 años, cuando el vecino de al lado salía corriendo o gritaba "fuego", ha resultado rentable salir corriendo también. De ahí que cuando la bolsa sube nos dan ganas de comprar, y cuando baja nos dan ganas de vender, por una simple cuestión de biología.

¿Pero es que no os dais cuenta que todas las injusticias y toda la corrupción proviene de lo "publico"?‏



martes, 21 de febrero de 2012

De cuando se invierte sin conocer las consecuencias de la economía socialista (perdón keynesiana)‏

El pisito


Esta es la historia de la especulación con un piso que hizo rico a un matrimonio y que en su vejez sobrevive de la caridad.

Es la historia de un pisito comprado en 1967 por un millón de pesetas, 6.000 euros, y que sin grandes agobios permitió adquirir otro que con el boom inmobiliario en 2007 llegó a valer 700.000 euros, 116 millones de pesetas.

El valor inicial del pisito equivalía al sueldo de ambos de tres años. Con pocos esfuerzos tenían pagada la hipoteca en 1985.

Lo vendieron entonces por tres millones de pesetas y compraron otro valorado en el doble, seis millones, unos 36.000 euros.

Y como ambos llegaron a ganar entonces unas 250.000 pesetas, tenían pagada la hipoteca del nuevo piso en 2002.

El valor de esta segunda vivienda subía rápidamente desde los últimos 1980. En 2003 valía ya 40 millones de pesetas, que corresponden a 240.000 euros. En 2007, había llegado a 700.000 euros.

Unos asalariados que empezaron con un millón de pesetas –sus dos hijos tenían carrera y trabajo—y ahora poseían nominalmente esos 700.000 euros, 116 millones de pesetas.

Se jubilaron y la especulación inmobiliaria era maravillosa, por lo que vendieron el piso y compraron otro de 1,2 millones pensando en venderlo poco después en 1,5 millones. Vejez tranquila, de viajes y cruceros.

Instantáneamente, se hundió el mercado. No podían pagar la hipoteca con las pensiones de ambos y nadie les compraba por lo que pedían. Sus hijos, ya casados, y sus mujeres, cayeron en el paro.

El banco ha echado a todos del piso, y además tienen que seguir pagándolo.

Viven de la pensión de ambos en un lejano pueblo inhóspito: ellos, sus hijos, nueras y cuatro nietos, y recogen diariamente comida en locales de esos meapilas religiosos a los que ellos, laicos y progresistas, despreciaban tanto.

Fuente

No hay comentarios: