Un estudio hecho en los países nórdicos , demostró que las personas que invierten en bolsa no son los que más dinero tienen, sino lo más inteligentes.

"Por extraño y paradójico que le parezca: La renta variable es el activo-a largo plazo-más rentable y menos arriesgado".Francisco García Paramés

La clave en el mundo de las inversiones está en la PACIENCIA, como decía un inversor value "Más vale hacerse rico despacio que pobre rápidamente" .

Todo llega para quien sabe esperar.Nunca te des por vencido, las grandes cosas llevan tiempo.

‎ "Yo me fío más de cómo maneja la economía una familia que se juega el pan o un empresario, que se juega la ruina, que un grupo de señores que, cuando quiebran un país, se van a su casa, reciben seis cargos públicos o privados y se dedican a dar discursos."Daniel Lacalle

Los seres humanos observan que hoy en día las carreteras, los hospitales, las escuelas, el orden público, etc. etc., son proporcionados en gran (sino en exclusiva) medida por el estado, y como son muy necesarios, concluyen sin más análisis que el estado es también imprescindible. No se dan cuenta de que los recursos citados pueden producirse con mucha más calidad y de forma más eficiente, barata, y conforme con las cambiantes y variadas necesidades de cada persona, a travésdel orden espontáneo del mercado, la creatividad empresarial y la propiedad privada.Jesús Huerta de Soto

Comprar cuando la bolsa baja y vender cuando sube es difícil porque va en contra de la naturaleza humana: en los últimos 3.000 años, cuando el vecino de al lado salía corriendo o gritaba "fuego", ha resultado rentable salir corriendo también. De ahí que cuando la bolsa sube nos dan ganas de comprar, y cuando baja nos dan ganas de vender, por una simple cuestión de biología.

¿Pero es que no os dais cuenta que todas las injusticias y toda la corrupción proviene de lo "publico"?‏



sábado, 15 de septiembre de 2012

PREGUNTAS EXTRAORDINARIAS


Vivimos rodeados de peligros ocultos, pero esas amenazas no se esconden en lo más recóndito de la inhóspita selva. Los enemigos del hombre civilizado son –entre otros, de menor importancia- la sociedad de consumo, que nos incita al gasto desmedido y al endeudamiento perpetuo; las entidades financieras y, en tercer lugar, y probablemente el depredador más eficaz, papá Estado, que con su voracidad recaudatoria nos esquilma gran parte de las rentas de nuestro trabajo, de nuestro ahorro y de nuestro patrimonio.

¿Cómo podemos defendernos de esos hostiles adversarios camuflados en sus embelesadores discursos? La clave está en la formación: “Los que están aprendiendo heredarán la Tierra, mientras que los que ya saben estarán perfectamente equipados para vivir en un mundo que ya no existe”, estoy citando a Eric Hoffer. Sólo el conocimiento nos protegerá del empobrecimiento -cultural y económico- progresivo. “El analfabeto de mañana no será la persona incapaz de leer. El analfabeto de mañana será la persona que no ha aprendido a aprender”, Alvin Toffler.

Nuestra riqueza sólo crecerá hasta donde alcance nuestra inteligencia personal y financiera. En ese proceso de aprendizaje es fundamental recordar la historia, ya que conocer dónde se han equivocado otros nos allanará el camino; quien desprecia la historia ignora las palabras de Mark Twain: “La historia nunca se repite, pero rima”. Esa necesaria formación financiera no la recibimos en la escuela; salimos de nuestras universidades con dos títulos, el segundo de ellos no lo enmarcamos y su leyenda dice: “Analfabeto financiero”. Descubrimos, demasiado tarde, que los errores que hemos cometido a lo largo de nuestra vida ya los padecieron quienes nos precedieron. Los sabios aprenden de los errores ajenos estudiando la historia. Tampoco podemos pretender cambiar el mundo, ni tan siquiera mejorarlo, si previamente no nos hemos mejorado a nosotros mismos. La cultura y el sentido común se adquieren con el estudio; no deberíamos ser perezosos ni conformistas y tendríamos que plantearnos e intentar encontrar respuestas a ciertas preguntas fundamentales. Alguien dijo que “una persona extraordinaria es una persona ordinaria que se formula preguntas extraordinarias”:

-¿Podrá papá Estado pagarme la pensión de jubilación?
-¿Conozco algún empleado por cuenta ajena que se haya enriquecido con su sueldo?
-¿Por qué Hacienda me concede beneficios fiscales para que compre una vivienda mediante una hipoteca?
-¿Es inteligente usar las tarjetas de crédito para endeudarme?
-¿Por qué tanta insistencia para que suscriba un plan de pensiones?
-¿Es justo que el que más impuestos paga tenga menos derechos que el que paga menos o no paga nada?
-¿Genera riqueza la política de subvenciones?
-¿Es más segura, a largo plazo, la renta fija que la inversión en renta variable?
-¿Para hacerse rico, hay que trabajar duro?
-¿Seré más feliz comprando un lujoso automóvil?
-¿Debería sentirme cómodo actuando al son de lo que dicta la gran mayoría?
-¿Poseer mucho dinero me colmará de felicidad?
-¿Cómo puedo lograr la libertad financiera?

Erich Fromm afirmó que “la esencia del hombre está en las preguntas, no en las respuestas”.

Fuente: Libro Alicia en Wall Street de Luis Allué

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